Esa broma del medio ambiente

Se acaba el año y, todavía reciente el 28 de diciembre, no podemos despedirnos sin recordar al enunciado de esta broma que nos gastan, sin distinción, todos los días del año:  

Artículo 45.
1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.

2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.

3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.

Salud.

Un rodal de almendros floridos

20 de marzo de 2010. Me encuentro bajo un rodal de almendros floridos. El olor a "miel" está pegado a mi nariz. El zumbido de las abejas es continuo. Corre una brisa agradable, fresca, necesaria tras unas horas de bochorno. El cielo es gris, encapotado, amenazante. Rocco cruje ramitas de almendro que se esparcen junto a cáscaras de almendra. Las manos me huelen a fango, pues acabo de rescatar unos centenares de renacuajos abocados a desaparecer. Quedaron aislados de la corriente y el incremento de las temperaturas hizo aparecer los primeros y minúsculos cadáveres de los que quedaron varados en las orillas.
La vida se abre paso decididamente en estos días finales de marzo. Arañas eléctricas pueblan el herbazal donde prosperan las ranas. Oigo un alcaraván muy lejos. Contemplo con los primáticos durante unos segundos una pareja expectante, cantarina hace unos minutos. Tengo que precisar el día que escuché por vez primera las golondrinas. Fue esta semana sin duda, cerca de la pequeña ladera donde todos los febreros crecen los Colchicum.

Homenaje a Pasolini

Siempre me resultó emocionante este momento de la película de Moretti. Esas notas de Keith Jarrett agigantan el vacío de las palabras del maestro: huérfanos por fuerza de sus análisis, qué remedio.

No será que no avisaste de lo que se nos venía encima. Pero siempre cabe espantar la resignación "...porque nuestra desesperación nunca está exenta de un poquito de esperanza" ("Disperazione senza un po di speranza").

Carlos Taibo, el 15-M y el "mundo zorrocotroco"

El último libro de Carlos Taibo (Que no se apague la luz. Los Libros de la Catarata, 2012) sobre el 15-M asume la forma de un diario de campo con las impresiones del autor -en contacto con sus representantes- y del subsiguiente ruido mediático suscitado en torno al movimiento.

Entre las más sugestivas conclusiones que alcanza Taibo probablemente se cuente la que sugiere la muy interesante deriva del movimiento desde postulados meramente ciudadanistas hasta posiciones de naturaleza genuinamente anticapitalista.

Hay un apartado dedicado a lo que Taibo denomina el mundo zorrocotroco que me ha parecido de lo más destacable y sugerente del libro. Para glosar tan desconcertante -en apariencia- etiqueta recurre Taibo, y con él nosotros, a una intervención suscrita por un tal Franz Biberkopff un año después de la emergencia de tan inesperado movimiento:
http://www.kaosenlared.net/especiales/e2/vivienda-y-okupacion/item/18349-15m-la-izquierda-y-aquellos-maravillosos-años.html