Mi lista de blogs

martes, 11 de enero de 2011

Zombies S.A.


La sugestión es tan intensa que no consigo evitar su influjo. De una parte, pistoletazo de salida a la compulsión de consumo que decretan las rebajas de enero. De otra, una cadena se reserva un bombazo televisivo con una serie plagada de muertos vivientes.

Los telediarios nos muestran estos días personas de mirada torva, en desorden, corriendo entre pasillos, cazando prendas y enseres supervivientes del reciente festín navideño. Al mismo tiempo que me reconozco ferviente seguidor de las pelis de zombis me inquieta el comportamiento de estos nada virtuales grupos de cazadores-recolectores. Tan cercanos por otra parte.

¿Inversión de mundos?. ¿Primacía de la realidad sobre la ficción?. ¿Cambios mutacionales al compás de la música ambiental del Supermercado Global?

Acabo de leer una entrevista a Adela Cortina, Catedrática de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Valencia. Afirma, por ejemplo, esta extraordinaria pensadora a la que, por cierto, tan poca cancha se le da en la tele que “cada ciudadano debe ser consciente del poder que tiene dentro de la sociedad. El consumidor puede llegar a cambiar el mundo”.

Por más respeto que me merezcan las siempre sabias palabras de la señora Cortina, las alocadas carreras de los zombis que llenan “El zote inglés” o “Correful” obligan, desde luego a mí, a leer en sordina el comentario. A fin de cuentas su validez puede ser efectiva para sentar bases de una utopía negativa. ¿Se acuerdan de aquellas pintadas, ficticiamente suscritas por Bush Jr., cuyo enunciado era el lema Otro mundo es posible que reivindicaba la emergencia de una suerte de Justicia Universal?.

Parece pues que no habrá más remedio que aprender a convivir con los zombis. Las añagazas sensoriales que este sistema económico nos brinda parece seguir reclutando adeptos cuya fidelidad parece incuestionada hasta el momento.

El interés de la cuestión no hace sino agrandarse. Frente a la reclamación de Cortina de una consciencia del poder ciudadano/consumidor resulta de lo más tentador acudir al interesante concepto de zombie filosófico acuñado por David Chalmers, autor que ha realizado ricas aportaciones en el campo de la filosofía de la mente humana y para el que aquel sería una hipotética persona que carente de consciencia posee, sin embargo, la biología o el comportamiento de un ser humano normal. Curioso.

Mientras sigo dándole vueltas al asunto, recorro con la vista un folleto publicitario donde a buen seguro encontraré nuevas víctimas de mi inextinguible afán consumista. Y esta noche, tatachán: "The walking dead".

sábado, 1 de enero de 2011

¿Annus horribilis?



Descontados los deseos de venturosa existencia entre mis seres más cercanos, un anhelo engorda en mi ánimo este primero de enero por encima de todos los demás. Salud inquebrantable, inacabable tesón para quienes entregarán un año más su tiempo, sus energías y su propio dinero a la defensa de nuestro patrimonio natural.

Espero responder a esta ansiada expectativa y si la oportunidad se me ofrece en el año que acabamos de desempaquetar, roerle el bazo a algún concejal de urbanismo corrupto, valga la redundancia.

Comienza el año como aparcamos el anterior: la Junta de Castilla-La Mancha pretende destruir uno de los mejores saladares del centro de la península Ibérica. El almarjal de Borox, aunque en Toledo, apenas dista 20 kilómetros de donde duermo. Un lugar asombroso que las máquinas se disponen a arrasar cualquier semana de éstas.

La Directiva Hábitats protege sobre el papel este espacio que engloba los matorrales gipsófilos mejor conservados de la cuenca sedimentaria central del Tajo. No por casualidad se distinguió este ámbito como Lugar de Interés Comunitario (LIC) pasando a formar parte de la flamante (y mancillada) Red Natura 2000 con el rótulo de Yesares del Valle del Tajo.

Tomé estas fotos hace menos de una semana. En alguna de ellas se puede apreciar el balizamiento que anticipa el trazado por mitad del saladar. ¿Cómo es posible consentir semejante barbaridad?. La Dirección General de Evaluación Ambiental dió alas al promotor de la llamada Autovía de la Sagra que no es otro que la Dirección General de Carreteras de la propia Junta. En la zona se concentra casi una decena de hábitats de interés comunitario con un buen puñado de endemismos en peligro de extinción que estos desalmados se pasarán por el arco de su electoral triunfo.

Sólo un detalle que retrata la torpeza de estos truhanes desarrollistas. El proyecto que ahora aniquilará la biodiversidad del lugar se planteó una vez que, iniciadas las obras originales, diéronse de bruces con la ampliación del polígono industrial Jesús Menchero. A eso le llamo yo planificación integrada del territorio.

Apremiados por la inminencia de las obras, ecologistas y conservacionistas incitan a una perentoria coordinación para parar este dislate, uno más sí, pero tal vez el más importante de sus abultadas agendas.

Como todos los años, 2011 servirá para certificar que sigue siendo preferible ser torero en Finlandia que ecologista en España. Deseémosles pues, al menos, salud de hierro en el año que ahora arranca.